miércoles, 2 de diciembre de 2015

Murphy es mi segundo apellido...

En serio, de verdad que uno intenta llevar la vida de lo más positivamente que puede... ¡En serio!

Pero es .......... difícil mantener esa actitud cuando sales tarde de tu casa, y tienes que comprar un material del cual pediste a los constructores las especificaciones necesarias...

Te montas en el taxi con destino a la ferretería, ¿y qué pasa? Que el conductor escogió la ruta más larga e innecesaria para poder llegar. Porque eso sí te tienen los taxistas, que se creen que agarran los caminos verdes para llevarte en el menor tiempo posible, y tardas el doble en llegar.

Pero está bien... Hasta ahora iba tranquila, a pesar de que no aprobaba la ruta escogida. Cuando llegamos a la avenida principal donde está la tienda, en vez de cruzar a la izquierda, el conductor cruzó a la derecha; lo que resultó en tener que dar la vuelta completa al final de la avenida (en un redoma) para poder regresarnos, por lo que me dejó al otro lado de la avenida y no en frente de la tienda.

Pero no importa... Llegué al sitio. Vamos a comprar.

Entro y me dirijo donde el vendedor.

- "¿Tiene lana cero, un rollo?"
- "¿Grande o pequeño?"
- "No sé... déjeme llamar, pero mientras deme 3 breakers de 20."
- "¿De una fase o de dos?"
- NO SEEEEEEEEE...

No sé porque no soy electricista; no sé porque no soy constructora... Por algo estudié periodismo, y por ALGO pedí todas las especificaciones necesarias para saber lo que voy a comprar a los tipos.

Llamo a casa, y obviamente mi madre está encadenada en el teléfono y tuve que esperar 10 mins en la tienda, para poder saber si eran breakers fase 1, o lana cero grande...

En esos minutos de espera, ya bastante molesta, miro por la ventana y pasaban autobuses cada minuto... Literalmente, y me dije "Seguro que cuando salga no habrá ninguno."

Por fin me devuelve la llamada mi madre, y tengo que escuchar todo el proceso de ella caminar hasta el patio y preguntarle al chamo qué es lo que voy a comprar. Después de 20 minutos de espera, hago la compra de la Lana Cero, grande; pero no de los breakers porque no había fase 1.

Me dirijo a caja... Se supone que aquí ya estamos en la recta final del proceso. Vamos a pagar...

Pues no.

No vas a pagar nada Keyla porque el punto está lento, así que fueron 5 minutos más de espera para que pasara la tarjeta.

Cuando salgo de la tienda ya con mi bolsa a pararme en la avenida y esperar un bus... ¿Qué pasó? Dicho y hecho, lo que ya saben: no pasaba ni un solo bus.

Quizás escrito no parezca tan alarmante, ni para hacer drama, ni para molestarme de la forma en que lo hice... Pero cuando eso es tu día a día, cuando son esas pequeñas cosas que se te ponen en el camino para probar tu paciencia; sí es irritante, atorrante y FASTIDIOSO, sobre todo por que pasa SIEMPRE, todas las veces que salgo a comprar algo.

No, no estoy exagerando... Este es mi día a día.

No sabes cuánto te odio, Murphy... Tu y tu bendita ley.


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